Bienvenidos a San Francisco de Quito

Real Monasterio

de La Limpia Concepción

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Religiosas Concepcionistas Franciscanas.

Fundado el día 13 de enero de 1577.

Primera Abadesa: en el claustro Madre María de Jesús Taboada.

Abadesa de verdad: Nuestra Señora de El Buen Suceso,

de la Purificación y Candelaria.

Fiesta: el día 2 de febrero.

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Religiosa fundadora con Proceso Diocesano de Beatificación:

Venerable Madre Mariana de Jesús Torres.

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NOTA: Este "blog" NO ES oficial del Monasterio de la Concepción de Quito. Esta siendo preparado por algunos devotos de la Virgen de El Buen Suceso, de Quito, para glorificar y divulgar sus grandezas y misericordias en favor de este mismo Real Monasterio de la Limpia Concepción, el primero en los territorios de la Real Audiencia de Quito. Y para dar a conocer la admirable Vida de una de sus monjas fundadoras, la Venerable Madre Mariana de Jesús Torres, grande mística; y las apariciones y revelaciones que recibió esta religiosa a respecto del Monasterio, de la Villa de San Francisco de Quito, del futuro país independiente de Ecuador, y de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Rosário de la Aurora 2017

Día 2 de febrero, a las 5:00 AM

En este año 2017 la Imagen Sagrada de La Virgen de El Buen Suceso fue trasladada desde su Trono Abacial en El Coro Alto del Monasterio al Retablo del Altar Mayor de su Iglesia el domingo día 22 de enero, por la tarde.

Podemos contemplarla y venerarla en estas dos fotos sacadas ese mismo día.

FECHAS IMPORTANTES PARA RECORDAR

16 de enero de 1635 – Muere la Venerable Sierva de Dios Madre Mariana de Jesús Torres, Fundadora del Monasterio y Confidente de la Virgen de El Buen Suceso.

17 de enero de 1577 – Fundación definitiva del Real Monasterio de la Limpia Concepción de la Ciudad de San Francisco de Quito, bajo el Patrocinio de Su Magestad el Rey de España Don Felipe II.

21 de enero de 1577 – Fenómeno milagroso con la Imagen de Nuestra Señora de La Paz en la Capilla del Monasterio de la Concepción de Quito, recién fundado. (Ver relato en esta misma página del Blog)

25 de enero de 1577 – Primeras Profesiones religiosas, de la Fundadoras, en el recién fundado Monasterio de la Concepción Franciscana de Quito.

La Conquista del Perú

Vamos a indicar algunas fechas y hechos históricos que puedan ayudar a conocer el ambiente dentro del cual se dió la fundación de la Villa de San Francisco de Quito. Para ello hemos abierto una página independiente a la que se puede accesar en la columna de la derecha.
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Francisco Pizarro: El conquistador extremeño era natural de Trujillo (Cáceres) e hijo natural de Gonzalo de Pizarro (que combatió en Italia al mando del Gran Capitán).
Llegó a América con Alonso de Ojeda en 1509 y participó con Nuñez de Balboa en varias expediciones salidas desde Venezuela y Urabá.
En 1514 Pedrarias Dávila [Pedro Arias de Avila] se queda de Gobernador de "Castilla del Oro" (istmo de Panamá) y realiza expediciones en varios sentidos con una flota de 17 naves y un ejército de 1.300 soldados, a partir de Santa María del Darién. Participan conquistadores como Hernando de Soto, Almagro, Benalcazar, etc. Francisco Pizarro acompaña a Gaspar Morales y llegan a la Isla de las Perlas. Pascual de Andagoya llega a orillas del Rio San Juan, tienen noticias del Imperio Inca, pero muere por enfermedad.
En 1524 parte Pizarro con algunos hombres hacia el rio San Juan. Regresan a Panamá.
1526 - Escritura de compañía entre Pizarro, Almagro y Luque, según se halla en los Anales de don Fernando de Montesinos. Por tanto, se une a Pizarro y Almagro el Maestre Escuela de la Catedral [Vicario de la santa iglesia de Panamá] Rvdo. Hernando [Fernando] de Luque, que aportó 20 mil pesos para la empresa [otros historiadores dicen que era un testa de ferro del Licenciado Gaspar de Espinosa, según escritura otorgada en Panamá el 6 de agosto de 1531]. Pedrarias, que se encontraba de Gobernador en Nicaragua, es puesto fuera de la empresa por iniciativa de Almagro.
En 1526 sale de Panamá Pizarro, acompañado por Almagro y el piloto Bartolome Ruiz de la Estrada, desembarca en el río Esmeralda y recaba información sobre el imperio Inca. Pizarro solicita socorros a Panamá, pero el nuevo Gobernador, Pedro de los Rios, se los niega y envía dos barcos al mando de Pedro Tafur para recoger a los expedicionarios. Los encontró en la Isla del Gallo. Las dificultades de la empresa impulsaron a muchos a regresar con Tafur, pero los llamados "13 de la Fama" pasaron hacia el Sur la raya trazada en el suelo por Pizarro con su espada decidiendo la conquista del Perú. Ruiz es mandado a Panamá a buscar refuerzos.
En 1529 recibe el permiso para conquistar 200 leguas y los títulos de capitán general, gobernador y adelantado del Perú.
En 1531 sale de Panamá y llega por tercera y definitiva vez a Perú, iniciando la conquista. El 15 de noviembre entra en Cajamarca. Pizarro nombra como su Secretario a Francisco de Xerez [nacido en Sevilla en 1495 y que llegó al Darién con la expedición de Pedrarias en 1514. Entre 1528 y 1530 fue Escribano en Natá a servicio del Gobernador Pedro de los Rios. Recibió buena cantidad de oro del rescate de Atahualpa. Regreso a Sevilla en 1534. Publicó la obra Verdadera Relación de la Conquista del Perú.]
En 1532 se interna en tierras de los Incas.
El 29 de agosto de 1533 ajustician a Atahualpa. El 15 de noviembre entra en Cuzco.
El rápido éxito obtenido se vio turbado por la división entre pizarristas y almagristas, que lucharon entre sí para asentarse en las tierras más prósperas. Los españoles preferían asentarse en tierras altas y en climas como el de la meseta mexicana. La penetración en zonas como Venezuela y Colombia sería más lenta debido en parte al clima.
El 26 de abril de 1538 derrota a Almagro en la batalla de Salinas. El 8 de julio de 1538 Almagro es ajusticiado.
El 26 de junio de 1541 un grupo de almagristas asaltan el Palacio de Pizarro en Lima y es asesinado, muerto a estocadas.

El Obispado de San Francisco de Quito

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Nos vamos a detener especialmente en los primeros Obispos, que estuvieron relacionados con la fundación del Monasterio Real de la Limpia Concepción de San Francisco de Quito; algunos se relacionaron directamente con la Venerable Madre Mariana de Jesús Torres y autorizaron la confección de la Imagen de Nuestra Señora de El Buen Suceso. Y la bendijeron, con todas las rúbricas prescritas por el Ritual Romano. Se puede acceder en la columna de la derceha o por medio del link:
http://virgendeelbuensucesoobisposdequito.blogspot.com.br
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FOTO superior: Fachada del actual Palacio Arzobispal de Quito, situado en la Plaza Grande (llamada en la Colonia Plaza de Armas), sobre la Calle Chile, esquina con la actual Calle Venezuela, ocupando aproximadamente la mitad de la cuadra.
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FOTO de pintura que representa una Procesión saliendo del Palacio del Obispo de Quito en dirección a la Catedral, atravesando la Plaza de Armas (o Plaza Grande). En el angulo izquierdo se puede apreciar la esquina de la iglesia del Monasterio de la Concepción (actualmente las calles se llaman Garcia Moreno y Chile).
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Primer Obispo: Mons. Bachiller Garci (otros dicen Garcia) Diaz Arias
Segundo Obispo: Mons. Fray Pedro de la Peña, OP - 1566-1583
Tercer Obispo: Mons. Fray Antonio Solier de San Miguel - +1590 (no tomo posesión)
Cuarto Obispo: Mons. Fray Luis López de Solis, OSA - 1594-1605
Quinto Obispo: Mons. Fray Salvador de Ribera y Dávalos, OP - 1607-1612
Sexto Obispo: Mons. Fernando Arias de Ugarte - 1614-1615
Séptimo Obispo: Mons. Fray Alfonso de Santillán, OP - 1617-1622
Octavo Obispo: Mons. Fray Francisco de Sotomayor, OFM - 1625-1629
Noveno Obispo: Mons. Fray Pedro de Oviedo, Cisterciense - 1630-1646

Documentación existente y Libros publicados

01 - Noticia sobre la existencia del "Cuadernón". - Estaría desaparecido/escondido en algún lugar del Monasterio, junto con el Niño Jesús original de la Imagen de El Buen Suceso, y el Báculo original Abacial que lleva la Imagen.

02 - La Vida de la Madre Mariana de Jesús Torres escrita por Fray Bartolomé de Alácano y Gamboa, franciscano español, que vivió en el Convento Máximo de Quito en el siglo XVIII. - De este libro se tiene noticia de su existencia pero no se ha encontrado hasta el momento ningún ejemplar.

03 - Resumen de esta Obra escrita por Fray Manoel de Souza Pereira, franciscano de origen portugués, que vivió en Quito a finales del siglo XVIII e inicios del XIX. - Consta que fue entregado al Presidente García Moreno y, después de su asesinato, fue encontrado entre sus papeles guardados por la Viuda. Lo leyó la niña Clotilde Varela Vasconez, y por orden de su director espiritual habría sido quemado.

04 - Anotaciones de la Madre Mariana de Jesús Varela, concepcionista, (en el mundo Clotilde Varela Vasconez), que vivió y murió en La Concepción de Quito en la primera mitad del siglo XX. - De estas anotaciones existían copias distribuidas a personas amigas del Monasterio de la Concepción de Quito y en los Monasterios Concepcionistas del Ecuador. Fueron mandadas recoger por el Arzobispo de Quito Mons. Carlos María de la Torre. Y se conservaba una copia en el Archivo Histórico del Arzobispado de Quito, donde la habría encontrado Mons. Dr. Luis E. Cadena y Almeida, encargado del Archivo y Vice-Postulador Diocesano en el Proceso de Beatificación de la Madre Mariana de Jesús Torres, abierto por el Señor Arzobispo Mons. Antonio González, a finales del siglo XX.

Primer Libro (Folleto) que conocemos:

1985 - Soy María del Buen Suceso
Escrito por Mons. Luis E. Cadena y Almeida, publicado en 1985, 58 páginas. "Origen del culto y devoción a María Santísima de El Buen Suceso en la colonial ciudad de Quito". Tiene "Imprimatur" de Mons. Gabriel Díaz Cueva, que era Obispo Auxiliar y Vicario General de la Arquidiócesis. Figura también en la primera página: "Aparición de la Santísima Virgen del Buen Suceso a la Madre Mariana Francisca de Jesús Torres, Abadesa del Real Monasterio de la Inmaculada Concepción de Quito, el 2 de Febrero de 1594".


Libros modernos:

05 - "Madera para esculpir la Imagen de una Santa", por Mons. Dr. Luis E. Cadena y Almeida. - Existen al menos dos ediciones. La primera, editada en los Estados Unidos, en español, con Prólogo de José Luis de Zayas y Arancibia. La segunda editada en Ecuador, Quito, por la Librería Espiritual.

06 - "A Spanish Mystic in Quito - Sor Mariana de Jesus Torres". - Traducción al inglés del libro anterior, editado también en los Estados Unidos.

07 - "Mensaje Profético de la Sierva de Dios Sor Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa y su fiel cumplimiento a través de los siglos", por Mons. Luis E. Cadena y Almeida. Editado en Quito, Ecuador, por la Librería Espiritual, 1989. Tiene Imprimatur de 1985.


08 - "La mujer y la monja extraordinaria - Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa", por Mons. Dr. Luis E. Cadena y Almeida.- Editada en Quito, Ecuador, por la Librería Espiritual.
09 - "La Violeta de los Andes - Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa", por Mons. Dr. Luis E. Cadena y Almeida". - Folleto editado en Quito, Ecuador, por la Librería Espiritual. Contiene discursos por ocasión de la incorporación de Mons. Cadena como miembro del Instituto de Historia Eclesiástica de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

10 - "Soy María de El Buen Suceso", por Mons. Dr. Luis E. Cadena y Almeida. - Editado en Quito por la Librería Espiritual, con Imprimatur de 1996. Trata del Origen del culto y devoción a la Virgen de El Buen Suceso, aparecida a la Madre Mariana Francisca de Jesús Torres, Abadesa del Monasterio de la Inmaculada Concepción de Quito. Segunda edición del Libro-Folleto indicado más arriba.

11 - Hay publicadas numerosas Novenas y Estampas.

Otras publicaciones

Indicado al inicio con el número 04 - "Vida Admirable de la Rvda. Madre Mariana de Jesús Torres, española y una de las Fundadoras del Monasterio Real de la Limpia Concepción de la Ciudad de Quito, escrita por el Rvdo. Padre Manuel Sousa Peraira (1) de la Orden Seráfica de los Menores del Convento Máximo de S. Francisco de Quito en el Ecuador" - (1) Excepto el Prólogo, que es escrito por una religiosa concepcionista de Quito.

En São Paulo, Brasil, fue impresa una versión traducida al portugués de estas anotaciones.

Ha sido publicada una versión inglesa de estas mismas anotaciones, impresa en los Estados Unidos.

En 2006, en tres volúmenes, la Librería Espiritual de Quito, lo ha publicado "traducido" al español.

Para mandar NUEVAS informaciones sobre publicaciones, revistas, etc. pueden escribir a:
fadacruz@gmail.com
Quedaremos muy agradecidos.


Criterio del P. José María Le Gouhir SJ, en 1936,
relativo a la Vida de la Sierva de Dios
Madre Mariana de Jesús Torres,
atribuída al Rvdo. P. Manuel Souza Pereira, OFM.
(Se refiere al Documento 04)

NOTA 1 – El original de este manuscrito del Padre Le Gouhir se encontraba en marzo de 1989 en el Archivo de la Curia Arzobispal de Quito, cuyo encargado era el Rvdmo. Monseñor Dr. Luis E. Cadena y Almeida, que era al mismo tiempo Postulador Diocesano del Proceso de Beatificación de la Madre Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa, OIC, [así acostumbraba llamarla Mons. Cadena] dentro de una caja de cartón forrada de papel azul, con una etiqueta en el lombo donde se leía CONCEPCIONISTAS o MONASTERIO DE LA CONCEPCION.

Toda la documentación clasificada (no ordenada...) de este Archivo se encuentra dentro de cajas similares.

El Criterio del Padre Le Gouhir está escrito en hojas de papel rayado de 26 lineas y un amplio margen del lado izquierdo no rayado.

NOTA 2 – Los textos que se encuentran entre corchetes [xxx] han sido colocados por el dactilógrafo a fin de facilitar el conocimiento de lo escrito.

TRANSCRIPCIÓN DEL TEXTO COMPLETO DEL DOCUMENTO

[primera hoja manuscrita numerada en lo alto – el texto ocupa 25 lineas]

                              +
                             Jhs

Criterio del P. José Mª Le Gouhir R. S.J. relativo a la vida de la sierva de Dios Madre Mariana de Jesús Torres, abadesa de la Concepción de Quito.

                                ‑‑‑‑‑‑

Consta de su gran santidad 1) por Rodríguez de Ocampo, Deán de Quito, historiador de la Iglesia en el Ecuador en el 1º siglo de la Colonia, contemporáneo de este personaje.‑‑ 2) por una relación sucinta redactada por Mons. M.[anuel] M.[aría] Polit, cuando Vicario Metropolitano (1804 ?)‑‑ 3) por varias tradiciones atingentes a la historia de la Virgen del Buen Suceso.‑‑ 4) por otras tradiciones y escritos referentes a otras Madres antiguas del Monasterio.‑‑ 5) por la vida escrita del personaje por el R.P. Manuel Souza Pereira O.M. [sic – Orden de los Menores] Guardián .... de S. Pablo de Quito, en 1813, quien no hizo más que resumir otra redactada (entre 1720 y 1730) por el célebre P. Provincial Bartolomé Ochoa de Alácano, O.M. [sic] ‑‑ 7) [sic] Esta misma se compuso de los datos recogidos en el llamado Cuadernón, compuesto de varias biografías de las Madres Fundadoras del Convento, obras de diversos Padres de la misma Orden, protectora de la Congregación Concepcionista, y con especialidad de una autobiografía de la Abadesa y de una serie de conversaciones habidas entre ella y sus súbditas.

[segunda hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 26 lineas. Están subrayadas por otra mano y tinta los nombres Cuadernón, de la primera linea, y Alácano, de la linea 13]

Este Cuadernón se halla enterrado hará obra de un siglo y más, con otros objetos que se quisieron sustraer al peligro de las revoluciones. El secreto se ha perdido o se ha fingido perdido. La tradición, o la opinión de la Casa es que se volverán a encontrar oportuna y providencialmente, cuando vuelva el Convento a la obediencia franciscana. Pero, si se quiere dar un corte formal y sin esperar milagros ni atenerse a profecías, solo queda, a mi parecer, romper ese conjuro de silencio con la imposición de formal obediencia, de revelar el lugar quienquiera que sepa de positivo algo al respecto; puesto aparte tan solo el sigilo sacramental.

Por lo que hace al P. Alácano, en mis averiguaciones, he dado con cuatro venas, y no veo otro modo de romper las puertas y las reticencias. La 1ª, fundada en la declaración seria de una Madre muy autorizada de la Concepción, señala la celda y la alacena del célebre Provincial, P. Mera O.M. [sic] ‑‑ La 2ª, por varias vías, señala el Convento de Santo Domingo (el archivo naturalmente, tan herméticamente, tan sistemáticamente cerrado) [NOTA: Fray Vacas Galindo, OP, fue becado por el gobierno de Ecuador para estudiar y recopilar documentos en Archivos Europeos, Vaticano y de Indias en Sevilla, y cuando regresó a Quito no quiso entregar esos documentos al gobierno y se conservaban en 1989 en el Monasterio de los Dominicos, bajo cuatro llaves] de donde adquirieron Mons. M.M. Polit y el R.P. Jerves un caudal de noticias de que ambos han alardeado.‑‑ La 3ª es la circulación misteriosa del libro entre varias personas piadosas (v.v.g. la Srta. Jaramillo y hermanas del Rvdmo. [??] Sr. Alej. Mateus [**este nombre no esta muy claro**]‑ las madres de la ..... (vg. M. Clemencia)

[tercera hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 26 lineas. Fue subrayado posteriormente el nombre de P. Manuel Souza y Pereira]

Suena también una Madre Magdalena, y en cuanto al índice cuando menos, varias Madres de la Providencia [no esta muy claro].‑‑ La 4ª, sería la misma Curia, (biblioteca, archivo o imprenta), donde sacaron muchas noticias los célebres curiales y Rvdmos. Cngos., Pbro. Alejandro López, Herrería y Campuzano. Dicen que aquel ejemplar pudo haber sido presa de las llamas en 1895, a lo que doy yo poca fe por varias razones; antes, más al caso haría referir el .... al 3º. Esa imposición pudiera dar lugar a difidencias [??] y piques; pero se me ofrece que la redacción juiciosa de una circular nada personalista pudiera acaso alcanzar algún resultado; y una sola declaración bastaría para coger la pista.

Pasemos a la biografía atribuída al R.P. Manuel Souza y Pereira O.M. [sic], que tan imprudentemente ha sido divulgada y peor interpretada, mayormente en las profecías que contiene, de las cuales algunas son políticas y vienen confundidas a veces con otras análogas de la Madre Catalina de Jesús, María y José. [NOTA: Esta monja parece que es dominica y tiene también profecías a respecto de la crisis en el clero: sería la que habla de cabezas colocadas sobre las bolas existentes en el lateral de la Catedral.]

Atestigua Sor Beatriz [Andrade Reimers, OIC], joven religiosa de la Concepción, haberla transcrito (en parte) de un cuaderno de letra de la Rvda. M. Mariana de Jesús Crucificado Varela (q.e.p.s.) muerta el 20 de noviembre de 1934. [NOTA: Ver libro del Padre Gómez Jurado, SJ, sobre la Vida de García Moreno, Tomo IX, al final] La 1ª parte había sido ya transcrita por la joven M. Deifilia, muerta hacia 1923.

[cuarta hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 26 lineas]

¿De donde sacó dicha M. Mariana [de Jesús Crucificado Varela, OIC] aquella biografía? ‑ Declaraba que de un libro bastante antiguo, que el Convento había prestado a García Moreno por contener profecías relativas a él mismo, y que, habiendo quedado en manos de la viuda, vino a pasar a las manos de Catalina Varela [NOTA: otros la llaman Clotilde Varela, hija de quien fue secretario particular de García Moreno] que tomó en religión el nombre de Mna [Mariana] de Jesús Crucificado. El R.P. Meneses [NOTA: jesuita, confesor de la niña Clotilde Varela] le mandó quemar el libro; pero ella lo tenía ya transcrito en clave especial [NOTA: taquigrafía] para uso de su padre, proscrito por Eloy Alfaro [NOTA: presidente de Ecuador, liberal de aquellos tiempos, anti-católico y anti-García Moreno]. Parece que de esa clave volvió a traducirlo y que resultado de esa operación sería el cuaderno de donde copiaron las Madres Riofrío y Beatriz. El traslado de ellas ‑‑a lo que explica Madre Concepción‑‑, no se hizo sino por hojas sueltas, que se iban proporcionando.. La Srta. Rostoni, amiga de la Srta. Elena Riofrío Sobrater [??], puso en sus copias algún orden de .... textos.

Hasta aqui todo estaba reservado y se guardaba perfecto sigilo sobre las profecías contenidas en el libro. Nada dijo el P. Puente... [?], ni el P. Aguelio [?]/ Hurtado O.F.M., ni las dos srtas [señoritas], ni yo cuando me prestaron la obra, pues me urgía saber algo auténtico acerca de una misión de propaganda piadosa que aquella santa, de tres siglos atrás, decían que atribuía a una de mis penitentes. Nada auténtico hallé y esperaba, cuando oí decir que en varios púlpitos

[quinta hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 27 lineas]

se habían proferido alusiones bastante claras al respecto, lo que a todos nos afligió profundamente. Algo más tarde, hubo en Riobamaba otros peores abusos aún, provenientes de la poca reserva de aquellas Madres, que habían pedido un ejemplar del P. Souza. Los secretos se divulgaron hasta Quito por nuestros padres poco cautelosos. En aquella copia, sin embargo, como en otras, se había tomado la precaución de suprimir los trozos relativos a mi penitente.

Por vaciar de una vez ese asunto de mi penitente, acabo de averiguar algo acerca de la misión que allí se le atribuye por profecía; y consta en dos trozos, con nombres y señas, en el cuaderno de Madre Mariana (p. 61 de la 1ª parte y paginación, y en la p. 26 de la 2ª).‑ Las relaciones de la Srta con la Comunidad principiaron en 1925, época muy posterior, según la Rv. M. Concepción, y quizás de 25 años en mi opinión actual a la existencia del cuaderno, de donde en 1922 se sacó la relación para la Madre Zoila, que fue el principio de las transcripciones dichas.

Otras profecías sobre personas contemporáneas se han presentado desde esta fecha, como pertenecientes o anexas a aquella biografía, y alguna, acaso intercalada en el texto. Tuve yo noticias de unas cinco, pero ninguna seria ni verdadera en todos sus puntos. Yo las tengo por ajenas al P. Souza, y espurias y lo he sostenido así ante las Madres, y son comprometedoras.

[sexta hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 27 lineas]

¿Y qué decir ahora de la autenticidad? De la autoridad, el autor la declina toda en Alácano, protestando solo fidelidad.

¿Es realmente del P. Souza? ‑ Ojalá se buscará constancia de ello en los papeles de San Francisco. ‑ Y si no se logra rastro de ello, había de tenerse la obra por mera novela mas o menos histórica, monástica o de edificación! Las religiosas interesadas protestan con todas sus fuerzas contra tal proposición. Sólo la confrontación con Alácano dará una respuesta aceptable.

Por la substancia misma de los hechos, todos resultan sumamente recargados, realzados con adorno y minucias que no se leen en semejantes relaciones de la Virgen. Parece que el fondo es conforme a la tradición. "El Niño de Pichincha" es obra enteramente original y de consecuencias trascendentales, hasta políticas, lo que es más peligroso. Esas profecías exigen doble prueba y criba. Otros episodios, meramente afectivos, como la muerte de Zoila Marianita, merecen mayor reserva aún, si cabe. Finalmente, esta vida esta llena de noticias, posibles en absoluto, pero tan raras e inverosímiles aún en la hagiografía, que la crítica deberá exigir la mayor fidelidad en el texto (lo que no existe), la mayor autenticidad (la que falta del todo aún) y la mayor autoridad; y aún entonces, habrá lugar a profundas observaciones teológicas. Urge arrancar todas esas piezas de manos crédulas y poco fieles, y exigir de los poseedores cuanto tienen, y echar ante el público una capa espesa de arena, sin dejar todo condenado aún, pues no está estudiado el fondo del asunto.

[septima hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 26 lineas. Esta subrayado por otra mano "las Conver‑ saciones", de las lineas 18 y 19.]

Del criterio interno, además de lo dicho, hice numerosas observaciones, de las que muy de cuenta me parece la redacción floja y de larguras monjiles insoportables, inexplicables en un hombre serio cual era el P. Manuel Souza, y aún en el caso de escribir para un refectorio de monjas. Las eternas pláticas de María no enseñan cosa particular. Hay alusiones anacrónicas muy divertidas como el hacer cantar en 1635 una letrilla del P. Matovelle [NOTA: sacerdote contemporáneo que fundó una Congregación de Sacerdotes que actualmente cuidan del Santuario del Quinche, la Patrona de Ecuador, y de la Basílica del Voto Nacional, en Quito] "Hostía Sa...., .....". Pero lo más trascendental es la Profecía política que, si no se prueba evidentemente, se desplomará con todos sus primores y prodigios.

Con lo expuesto, creo haber dado una idea suficiente acerca de aquel libro misterioso por sus cuatro costados.

Por lo que hace a las profecías contenidas en el libro del P. Alácano y en un anexo de las Conversaciones, ahí otro hormiguero de profecías más comprometidas aún, según cuentan, y relativas a personas e individuos conocidos en la actualidad: eso pasa la raya, ni he querido saber de ello.

No quisiera que, con esta exposición, se me juzgara por despreciador o calumniador de aquellas dos Madres (Mariana y Concepción). Yo las tengo en alto concepto de virtud austera y heroíca.

[octava hoja manuscrita numerada en lo alto ‑ 25 lineas]

La 1ª, cuando joven, fue traviesa y un tanto rara; pero esa observación no parece tener aqui consecuencia alguna. Mayor, sí, tendría la del P. Hurtado, cuando tildó de loca a su prima; pero habría que ver a que se refería. A mi me hablaba de ella con consideración, cuando quise saber algo para la propaganda de la advocación de Nª Sª del Buen Suceso y permitir esa obra a mi penitente.‑ Esta me aseguró haberla emprendido por su devoción antes de saber de profecías, y que quería seguir en ello cuando no las hubiera. Por eso no se lo prohibí, y no le he ido a la mano sino en los abusos y en los pruritos de profecía; lo propio que en la devoción al Niño que, por ello, no llamó por su nombre "de Pichincha", sino de la Cruz, el que tiene valor intrínseco y aprobado por la Iglesia, prescindiendo de la historia esta profética.

De la Rvda. M Mariana he hecho serias averiguaciones y, si bien tengo muy en cuenta, lo que se refiere en su contra, me atengo a un concepto grande de su virtud y dones místicos, para lo cual me he valido de los testimonios más valiosos como son los de su hermano y su hermana menor (Josefina), de Sor Josefina, del P. Samuel, del Sr. Manchero y de su esposa, etc. de una carta del Dr. Alejandro López, etc. En San Francisco refieren con admiración una famosa profecía de ella. En su muerte (20 de Nov. de 1934) hubo señales extraordinarias indiscutibles de intervenciones sobrenaturales.

[termina el documento en la misma página octava del manuscrito, pero como no había más lineas disponibles en su sentido normal horizontal, lo hace en el margen izquierdo, escribiendo en sentido perpendicular a todo lo largo de la hoja, en cinco lineas]

Esta mi exposición, deseo que no se ponga en mano de quien mal la pueda entender, v.g., de ciertas Madres de la Concepción, de las Srtas. Rostoni y Riofrío.

La firmo con toda tranquilidad de mi conciencia para ilustrar o confirmar, si hubiere necesidad, el juicio del Excmo. Prelado, Arzobispo de Quito [NOTA: Mons. Carlos María de la Torre, que fue quien mandó recoger posteriormente todos los textos existentes de esos manuscritos].

         (firma) José Mª Le Gouhir R. S.J. a 30 de julio de 1936.

[Nota: los puntos suspensivos indican palabras no legibles para el dactilografo de este documento.]

 

¿Quién fue el Padre JOSE MARIA LE GOUHIR RAUD, SJ?

HISTORIADOR.- Nació el 9 de Mayo de 1871 en el pueblo de Poemeur L’Orient, Departamento de Morbihau, en la bahía de Bretaña, Francia, y allí realizó sus estudios primarios y parte de los medios, pero sintiendo la vocación religiosa y ayudado por su familia pasó a la Escuela Apostólica o Seminario Menor de Little Hampton en Sussex, Inglaterra, a estudiar latinidad.

El 7 de Agosto de 1889 entró al Noviciado jesuita de Loyola en España y el 90 fue enviado al Ecuador a seguir la carrera de misionero en la amazonía, pues sentía gran atracción "por la República del Sacratísimo Corazón de Jesús y la fama del nombre de García Moreno".

El 2 de Noviembre de 1891 pronunció sus primeros votos y comenzó los cursos de Filosofía en Pifo. En eso advino la revolución liberal de 1895 con su secuela de fricciones religiosas que impactaron profundamente en Le Gouhir. En 1896 terminó la Filosofía pero como el Ministro de Cultura Francisco J. Montalvo había prohibido la presencia de los jesuitas en el Oriente, tuvo que cambiar de planes y pasó a la enseñanza de Historia del Ecuador en el Colegio de los jesuitas en Quito, San Gabriel, y de idioma francés en el Seminario de San Luis (Quito), "con el tesón de su estirpe bretona y una orientación ascética que le mostraba todo como originado en la voluntad de Dios".

Su biógrafo, el Padre José Joaquín Flor, ha indicado que llegó a dominar el latín, expresándose con fluidez y agilidad en inglés, francés y español, y que se encerró a leer libros de historia y a estudiar la metodología de su enseñanza con textos especialmente alemanes y franceses, sin olvidar al célebre César Cantú, considerado el mayor historiador de Occidente.

Por esa época fué ordenado sacerdote.

En 1900 fue enviado de profesor al Colegio Jesuita de Pasto, Colombia; en 1901 estuvo en el San Felipe, de Riobamba, donde hizo estrecha amistad con el Deán Pbro. Juan Félix Proaño, quien posiblemente debió orientarle en asuntos históricos, a los cuales eran tan afectos Mons. Proaño y el Pe. Le Gouhir.

Reunió una amplia colección de libros, revistas, periódicos, documentos y otros papeles referentes a la historia ecuatoriana.

En 1902 pasó al Colegio San Gabriel de Quito e implantó una seria disciplina entre los estudiantes de Media, que eran los más alborotadores. Al mismo tiempo estudiaba toda cuestión histórica intensamente. Fueron años de preparación y sacrificio en pro del conocimiento del pasado ecuatoriano. Con una visión católica de la Historia, procuraba en ella el fundamento de la propia nacionalidad ecuatoriana.

Negaba sistemáticamente las conquistas de la revolución francesa y del liberalismo europeo, origen de los gobiernos latinoamericanos surgidos después de la independencia, a los que el Pe. Le Gouhir consideraba verdaderas hecatombes democráticas.

Puede muy bien afirmarse que su preparación científica como historiador comenzó en 1902 con su regreso a Quito y se había consolidado en 1917 cuando empezó a dar a la "Revista de la Asociación Católica de la Juventud Ecuatoriana" sus tesis de Prehistoria ecuatoriana, seis en total, vindicando la obra del padre Juan de Velasco, S. J. cuatro de las cuales le servirían como capítulos para la "Historia de la República del Ecuador", cuyo primer tomo correspondiente a los años 1808 al 60 editó en Quito en 1920, en 471 páginas utilizando sus siglas de "J. L. R.", que pronto se hicieron famosas; pero como era un escritor perfeccionista lo reeditó totalmente en 1935 prescindiendo la parte comprendida entre 1809 y 1922 que pensaba publicarla aparte, dándole una mayor extensión.

Ese año también dio a la prensa una reseña histórica sobre "El 9 de Octubre de 1820" en 104 páginas, capítulo tomado de su Historia, pero analizado con mayor detenimiento.

Durante un breve período fue confesor en el Pensionado Elemental del Canónigo Borja Yerovi, luego lo sería en el Templo de La Compañía "donde tuvo un confesionario acreditado y selecto".

En 1921 editó "Un Gran Americano: García Moreno" en 396 páginas, con motivo del Centenario de su nacimiento y para que el pueblo ecuatoriano conozca cuanto adelantó la Patria en la era garciana y fomente el deseo de la regeneración que se impone a través del Catolicismo enfrentado al liberalismo.

En 1925 salió el Tomo II de su Historia, en 694 páginas, conteniendo el período garcíano y Borrero entre 1860 y 1977.

En 1931 escribió "Para la historia de la Dolorosa del Colegio", pequeño estudio sobre las manifestaciones de la litografía en papel de la Virgen Dolorosa, que parpadeó en el comedor o refectorio del Colegio San Gabriel de Quito el 20 de Abril de 1906.

En 1935 dio a la imprenta dos obras: "Figuras sacerdotales ecuatorianas", en 90 páginas, con diversas biografías de sacerdotes, como cooperación a la celebración de la I Semana de Vocaciones en la Arquidiócesis de Quito, y "Glorias Ecuatorianas", en 228 paginas, como contribución al IV Centenario de la Fundación de Quito. Ese año también apareció la segunda edición del Tomo I de su Historia.

En 1937 editó la biografía del Padre Mauricio Detroux, S. J., de nacionalidad belga, en 160 páginas; con enfoques teológicos y ascéticos sobre dicho misionero en el río Napo y sus afluentes. En 1938 apareció el Tomo III de su "Historia de la República del Ecuador" (1876-1900), en 550 páginas.

En 1939 formó parte como tercer miembro de la Comisión histórica formada con motivo del inicio de los trabajos previos a la Beatificación de García Moreno. Triunfo final y reconocimiento a su obra y a su esfuerzo Garciano. (NOTA: El 20 de diciembre de 1939 el Arzobispo da Quito, Mons. Carlos María de la Torre, constituyó una comisión histórica con el fin de recoger los documentos relativos a la muerte y causas que la motivó, o a la fama del martirio de García Moreno, como paso previo a la beatificación. La comisión quedó compuesta del Canónigo Magistral de la Catedral, Juan de Dios Navas; del Provincial de la Orden de la Merced Joel Monroy y del Padre Le Gouhir, S.J. quien comenzó de inmediato a escribir un grueso informe que quedó inconcluso a su muerte y fue recogida por el Canónigo Navas y trasladado al archivo de la Curia Metropolitana donde aún debe permanecer).

El día Miércoles 19 de Junio de 1940 se sintió muy mal. Esa noche falleció a las siete y media, posiblemente a consecuencia de un infarto.


Tenía 69 años de edad y dejó un gran número de trabajos inéditos entre los que se pueden anotar los siguientes: 1) Compendio de prehistoria de la República del Ecuador en dos tomos, el IV de su Historia que va desde

(Comentario del autor del Diccionario Biográfico Ecuatoriano, Rodolfo Pérez Pimentel) - La escuela de historiadores pro garcianos iniciada en el siglo XIX por el Padre Redentorista Alfonso Berthe, por Pablo Herrera, Juan León Mera y otros menores, fue continuada en el siglo XX por el Padre Le Gouhir, Tobar Donoso, Wilfrido Loor Moreira, Padre Gómez Jurado; más que a los embates del tiempo sucumbió a consecuencia del triunfo de la revolución cubana en 1959, que en materia de Ideas políticas todo lo ha trastocado en Latinoamérica desde entonces. Por eso, ciertas figuras de sabios y eruditos como Le Gouhir, a pesar de sus virtudes e ilustración, que las tuvo en grado superlativo, se hallan a la presente, opacadas, prematuramente olvidadas, y esto constituye una Injusticia a sus merecimientos y una muestra de la velocidad con que han progresado las ideas en los actuales tiempos.


¿Quién fue el Arzobispo de Quito, Mons. Carlos María de La Torre?
Mons. Carlos María de La Torre 1.873 - 1.968
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Nació en Quito el 15 de noviembre de 1873. Sus padres fueron los señores Mario de La Torre y María Nieto León.
Realizó sus estudios en la escuela El Cebollar, de los Hermanos Cristianos, donde tuvo como maestro al Santo Hermano Miguel. La secundaria, en el Colegio San Gabriel, de los Padres Jesuitas. Hizo sus estudios eclesiásticos superiores en el Seminario y en el Colegio Pío Latinoamericano en Roma. Se doctoró en Filosofía, en Teología y en Derecho Canónico.
Entre 1912 y 1920 fue obispo de Loja; de 1920 a 1927, Obispo de Riobamba; luego, Obispo de Guayaquil hasta 1928. Fue trasladado al Arzobispado de Quito y tomó posesión de la Arquidiócesis el 8 de diciembre de 1933. Durante su administración se fundaron 16 centros de educación, se establecieron 8 comunidades religiosas.
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El 12 de enero de 1953, a los 80 años de edad, el Papa Pío XII lo nombró Cardenal. Murió en Quito, el 31 de julio de 1968, a los 95 años edad.

Informaciones sobre el libro manuscrito la "Vida Admirable"

Interesantes informaciones a respecto de los cuadernos atribuidos a Fray Manoel de Sousa Pereira, OFM, franciscano de origen portugués, de donde habrían salido las copias de la “Vida Admirable…” escritas por la Madre Varela, concepcionista.

(…) unas revelaciones que se decían hechas por nuestra Señora del Buen Suceso a una santa monja española, miembro del monasterio de la Inmaculada Concepción en Quito. El nombre de aquella religiosa era Mariana de Jesús Torres, con respecto a la cual Monseñor Manuel María Pólit, el año 1903, emitió el juicio siguiente: [NOTA de los editores del Blog: este “juicio” fue escrito por Diego Rodríguez Docampo en su “Descripción del estado eclesiástico de San Francisco de Quito”, año 1650, publicada por Marcos Jiménez de la Espada en su colección de “Relaciones Geográficas de Indias”, en la Biblioteca de Autores Españoles, Tomo III, Madrid 1965, página 51. Es muy probable que Mons. Pólit las haya trascrito de alguna copia de esta Relación que conserven las monjas del Monasterio de Quito.]

"Santas ha habido y monjas de singular virtud y religión, como lo fueron Doña María Taboada, primera fundadora y Abadesa, y otras que imitaron su virtud. La que más resplandeció en humildad y obediencia, penitencia y don de oración, fue Mariana de Jesús, una de las primeras, y que desde niña tomó el hábito. Vivió y murió con grande ejemplo, así en lo espiritual y temporal como en su gobierno; siendo abadesa diversas veces; y cuyas súplicas y oraciones fueron aceptas a la Divina Majestad, pues se conseguía de su Misericordia lo que ella le pedía. Su muerte fue en tanta paz y santidad como en la que vivió. Sus confesores declararon, en los sermones que se hicieron en su entierro, honras y cabo de año, cómo fue muy celosa en el divino servicio, y que mereció grandes revelaciones de su Divina Majestad, y que tuvo don de profecía. Está recibida en esta opinión, y en la del Arzobispo-Obispo Ilmo. Dr. Don Fray Pedro de Oviedo, que la trató y confesó".

Nótese que Fray Pedro de Oviedo, que, a la sazón, era Obispo de Ouito, fue denominado Arzobispo, en razón de que tal dignidad había tenido antes, en la ciudad de Santo Domingo de la Isla Española. (8) -- (NOTA 8) El juicio de Monseñor Pólit, en el semanario quiteño "El Amigo", 4 de diciembre de 1943. - Consta en la Historia del Ecuador, tomo 4º, páginas 205 y siguientes, escrita por Monseñor Federico González Suárez, que Fray Pedro de Oviedo fue obispo de Quito en esos años.

Pues bien, la vida y revelaciones de Sor Mariana de Jesús Torres fueron descritas en tiempo aún de la colonia, por la pluma de un religioso franciscano portugués, Manuel Sousa Pereira, por el año 1792. Resultado: tres cuadernos manuscritos, los cuales, habiendo estado por el espacio de muchos lustros en el monasterio de la Concepción, finalmente vinieron a parar en manos del Presidente García Moreno, entregados por la Abadesa, Sor Bárbara Fierro, nativa de Tulcán. (9 y 10) -- (NOTA 9) Por declaración de las monjas Conceptas de Quito, en 1934, al Padre José Urarte S. J., el franciscano portugués tomó los datos de un solo inmenso volumen manuscrito, denominado "Cuadernón", que posteriormente no ha sido encontrado en el Convento. [NOTA de los editores del Blog: Esta información es un poco diferente de lo que relata el propio Fray Sousa Pereira en las anotaciones atribuidas a la Madre Varela, en donde dice que el redactó un resumen del libro de Fray Alácano para facilitar la lectura de las monjas.] Esta desaparición se explica, tal vez, por la presencia de los tres nuevos cuadernos. Lo demás fue también narrado por la Madre Varela al Padre Urarte, y éste lo trasmitió al autor, en Guayaquil, el 11 de noviembre de 1968; y en Cuenca, el 16 de diciembre del mismo año. -- (NOTA 10) Dicho Padre Urarte lo narró al autor en las ciudades y fechas antedichas.

El Mandatario les dio atenta lectura; e, impresionado por las heroicas virtudes y revelaciones de Sor Mariana de Jesús Torres, juntó los tres cuadernos en un solo paquete, para enviarlos a su Santidad Pío IX. Al mismo tiempo redactó una carta con destino al mencionado Vicario de Cristo. En ella le suplicaba que, si fuese de su beneplácito, se hiciera en Roma un examen acerca de la vida de Sor Mariana de Jesús, con miras a una posible causa de beatificación.

Pero antes de que tales documentos fueran despachados al correo, fue victimado García Moreno. Tan sólo unos quince años después, Doña Mariana Alcázar, viuda del insigne Mandatario, se decidió a poner por separado y en orden los escritos que habían pertenecido a su eximio esposo, y para ello recurrió a la ayuda de un señor Rafael Varela Yépez cuyos antecedentes son dignos de ser consignados:

Allá por los años de 1865, este individuo, con sólo quince abriles de edad, se hallaba en su ciudad natal de Latacunga, cuando el renombrado Gabriel García Moreno, que se hallaba de viaje, le pidió posada para el tiempo de unas dos horas. En este intervalo el gran hombre completaría su sueño, pues no eran más que las seis de la mañana, y las bestias comerían y repararían sus fuerzas para continuar la marcha rumbo al sur. El adolescente quiso proporcionarle una confortable cama, pero el ilustre viajero se opuso: "Me basta, dijo, esta banca de puro palo; me viene bien para la salud". Al despedirse para Guayaquil, García Moreno dijo al muchacho: "Dentro de pocos días regreso a Quito. Véngase usted a esta capital, e inicie sus estudios de segunda enseñanza. Yo le daré hospedaje y todo apoyo".

El jovencito no desperdició tamaña fortuna. Oportunamente se presentó a Don Gabriel, y éste le suministró en su propia casa no sólo habitación sino también comida. A guisa de modesta compensación, Rafael Varela prestaría sus pequeños servicios como secretario y ayudante del afamado Estadista. No solamente coronó sus cursos de secundaria sino que ingresó en la Universidad y emprendió los estudios de jurisprudencia.

Asesinado el insigne Mecenas de Varela, este joven tropezó con el Inconveniente de no haber dado a tiempo algunos de sus exámenes. Recurrió al Congreso Nacional. Manifestó las justas razones de su atraso, y solicitó se legalizara su continuación en la Universidad. En 1° de noviembre de 1875, la solicitud fue despachada favorablemente, con el Ejecútese del Vicepresidente Interino Javier Eguiguren. El universitario Varela podía matricularse para el cuarto año de jurisprudencia, pero quedaba obligado a rendir los exámenes de Derecho Internacional y Derecho Canónico en el próximo diciembre.

Continúa estudiando hasta el mes de agosto de 1878. Corona su carrera y logra el título de Lincenciado. Contrae matrimonio con una quiteña cuyo nombre Mercedes Vásconez; y esta unión es bendecida con varios hijos. La primogénita es la niña Clotilde, nacida en nueve de septiembre de 1879, la cual, habiendo llegado a la edad de unos once años, ayudó a su padre, en la separación y ordenamiento de los escritos que habían pertenecido al Presidente García Moreno. Enseguida encontraron la carta y paquete con destino al Romano Pontífice. Clotilde inició la lectura de los tres cuadernos, y los encontró sumamente amenos y provechosos. Rogó a Doña Mariana Alcázar le permitiese llevarles a su casa, y alcanzó esa merced en forma irrestricta.

Les dió lectura en su totalidad, los releyó, e inclusive los meditó. Encontró en ellos un estímulo más para tender a la santidad. Todo esto lo puso en conocimiento de su confesor el Padre Miguel Meneses, el cual, en vez de aprobar la deglución espiritual de aquellas páginas, terminó por improbarle su lectura.
¿Qué peligros entrevió aquel asceta? – Sin duda los de alucinación y vana curiosidad; puesto que la tal biografía de Sor Mariana de Jesús Torres, contenía en gran parte apariciones y revelaciones de orden sobrenatural, con una literatura fantástica e impresionante. Más todavía, con el fin de suprimir de raíz lo que juzgó una tentación, el Padre Meneses ordenó a su penitenta entregar al fuego esos tres cuadernos. ¡Quién no advierte que tal precepto fue un despropósito! Hubiera bastado que dicho sacerdote los recogiera y los tuviera a buen recaudo.

La señorita Clotilde Varela escuchó con mucha contrariedad el mandato, y se lo manifestó a su confesor. Este mantuvo su precepto. Entonces ella rogó a su Reverencia le permitiera sacar, en cifra o taquigrafía, una copia de aquellas páginas que le parecieran más enjundiosas. Aceptado esto por el confesor, la señorita Varela emprendió en la tarea valiéndose del arte que había aprendido de su padre, quien, a su vez lo había aprendido de García Moreno.

Corría el año de 1899, cuando los manuscritos originales del Padre Manuel Sousa Pereira fueron consumidos por el fuego. Y poco después, Clotilde Varela ingresaba en la Orden Religiosa de las monjas Conceptas. Ella también adoptó el nombre de Mariana de Jesús.

Se comprende que no transcurrieron muchos años sin que lloviesen las peticiones de copias en caracteres ordinarios, inteligibles para todos; y entonces Sor Mariana de Jesús Varela, con permiso de sus abadesas, satisfizo de buen grado esos deseos. Creció el interés y entusiasmo, incluso entre la gente piadosa de fuera del Convento. Llegó esto a oídos del Ilmo. Sr. Arzobispo Carlos María de la Torre, quien nombró una comisión de dos teólogos: Padre Joel Monroy, mercedario; y Padre José Urarte, jesuita, para que hablasen con Sor Mariana de Jesús Varela
y la sometieran al respectivo interrogatorio. El Padre Monroy presentó como excusa su enfermedad, pero dijo que se adhería, por adelantado, al juicio que diera el Padre Urarte, jesuita muy competente para el caso.

Corría el año de 1934 cuando el segundo religioso habló con Sor Mariana de Jesús Varela en los términos que siguen:

"Al trasladar usted o hacer el resumen de la vida de Sor Mariana de Jesús Torres, ¿fue usted leal y no cambió nada? Y cuando usted puso en lenguaje corriente lo que había escrito en cifra, ¿fue también leal y no cambió nada? Haga usted al favor de contestar a estas dos preguntas con toda verdad. Yo pudiera pedirlo a usted conteste con juramento, puesto que tengo autorización para ello. Sin embargo no lo hago. Pero diga usted la verdad".

Sor Mariana de Jesús Varela contestó en los términos que siguen:

"Fui leal y no cambié nada cuando escribí en cifra el texto primitivo, y cuando lo escrito en cifra lo trasladé a lenguaje corriente. Puedo jurar en forma solemne que digo la verdad". Esto último fue repetido varias veces, manifestando más bien deseos de hacer tal juramento. El Padre Urarte se persuadió de que Sor Varela hablaba con sinceridad, y se ratificó en no exigirle juramento. En ese mismo año 1934, Sor Varela entregó su alma al Creador. (11) -- (NOTA 11) Fue la concepta Sor Josefina de la Encarnación, 1a que me dio la fecha del fallecimiento de Sor Varela.

Después de un maduro examen, el jesuita escribió a Monseñor De la Torre, dándole su juicio en esta forma:

"Puesto que los actuales manuscritos han sido el fruto de dos traslados, a saber: del original a cifra, y de la cifra al lenguaje ordinario, juzgo que los dichos actuales manuscritos no pueden ser creídos con fe ciega".

Está visto que José Urarte opinó ser difícil que, al verificar Sor Varela esos dos traslados, no hubiera modificado, siquiera en parte los textos originales.

Con el fin de obtener más detalles al respecto, yo, el autor de la presente biografía [NOTA de los editores del Blog: Padre Severo Gómez Jurado, jesuita, Volumen IX de la Obra “Vida de García Moreno”, Quito, Ecuador, 1970, páginas 477 hasta 495. Ya fallecido.], me personé, a mi vez, en el locutorio de las religiosas Conceptas de Quito, el día 1º [primero] de octubre de 1968, y formulé un interrogatorio a la Madre Sor Josefina de la Encarnación, la cual contestó en el tenor siguiente:

1°.- Gracias a mi oficio de enfermera, pude conversar muchas veces y en la intimidad, con Sor Mariana de Jesús Varela, de quien atestiguo haber tenido virtudes en grado eminente. Un caso: estando en peligro de muerte una religiosa joven, Sor Varela hizo a Dios holocausto de su propia vida, con tal de que mejorara la enferma, Sor Varela murió poco tiempo después, mientras que aquella enferma vive hasta la presente.

2°.- Conversé con Sor Varela, varias veces, acerca de las revelaciones hechas a la Santa Madre Mariana de Jesús Torres. También acerca de las que parecen referirse al Presidente García Moreno, por ejemplo el que un Presidente de veras católico había de consagrar el Ecuador al Corazón de Jesús, y alcanzaría la palma del martirio en la plaza donde se halla el Monasterio de la Inmaculada Concepción.

3°.- En cuanto á los puntos que parecen referirse al Presidente García Moreno, la referida Madre Varela me los contaba no como apreciaciones suyas, sino como leídos en los cuadernos originales del tiempo de la colonia.

Con respecto a la fama de santidad con que murió Sor Varela, yo el autor afirmo que tal opinión es general entre cuantas personas conocieron a dicha religiosa. Lo confirma su autobiografía, escrita por cumplir la obediencia que le impuso su confesor el Revdmo. Sr. Canónigo Baquero.

Con tales antecedentes, me voy a permitir consignar aquí una copia de las páginas que pudieron haber interesado más a García Moreno. Tengamos de nuevo ante los ojos el aserto de Sor Varela: "No cambié nada"; y el del Padre José Urarte: "No se puede creer con fe ciega". (12) [NOTA de los editores del Blog: el texto que sigue en el libro del Padre Severo Gómez Jurado, S.J. se podrá encontrar en la sección “Revelaciones y Profecías” de este mismo Blog].